Avanzando hacia el cambio en la educación: América Latina en la cola de la prueba de PISA
La prueba PISA es una prueba realizada por la OCDE la cual busca evaluar cómo los sistemas educativos preparan a sus estudiantes para que apliquen su conocimiento y habilidades en tareas que son relevantes para su vida actual y futura. Esta evaluación está diseñada para conocer las habilidades y aptitudes de las y los estudiantes para el análisis y resolución de problemas que les permita manejar información y enfrentarse a situaciones de la vida adulta. PISA se concentra en la evaluación de tres áreas: competencia lectora, competencia matemática y competencia científica.
Esta prueba se realiza cada tres años en estudiantes de 15 años. En ella participan más de 60 países en la actualidad. Chile ha participado en PISA en los ciclos 2001, 2006, 2009 y 2012, 2015 y 2018.
La última prueba PISA fue el año 2015; Las y los estudiantes además de responder a las pruebas de las disciplinas mencionadas anteriormente, respondieron un cuestionario contextual en el que se les solicitaba información sobre ellos mismos, sus hogares, su escuela y sus experiencias de aprendizaje, además las y los directores debieron responder un cuestionario acerca del sistema escolar y entorno de aprendizaje, esto con el fin de retratar las diversas realidades educacionales en los diferentes países.
En cuanto a los resultados de estas pruebas y cuestionarios, para el año 2015, de los países de la OCDE, el 25% de los chicos y el 24% de las chicas declaró querer dedicarse a una profesión relacionada con las ciencias.
América Latina y el Caribe, se quedó en la cola del ranking internacional de calidad educativa tanto en competencia lectora, como en competencia matemática y científica. Según los análisis de la prueba realizados por la OCDE, La diferencia en desempeño entre los países de la región y la OCDE o los países que lideran el ranking son pronunciadas. En ciencia, la brecha entre los resultados de la región y el promedio de la OCDE equivale a más de 2.5 años de escolaridad. Esta diferencia se amplía a casi 5 años de escolaridad cuando se le compara con Singapur, país líder del ranking.
Así también, El 50% de los jóvenes de 15 años de la región no cuenta con los conocimientos y habilidades esenciales para participar plenamente en la sociedad. Si se incluyeran a los jóvenes de 15 años que están fuera del sistema educativo y a los estudiantes con extra edad que aún están en primaria, el porcentaje total de bajo desempeño aumentaría a 66%.
Según la OCDE, en un momento en que los conocimientos científicos están cada vez más vinculados al crecimientos económico y se vuelven necesarios para dar soluciones a complejos problemas sociales y medioambientales, todos los ciudadanos, y no sólo los futuros científicos o ingenieros, deben estar preparados y dispuestos a enfrentarse a dilemas relacionados con la ciencia.
Es por esto que debemos educar sobre este paradigma, hacer de la educación una herramienta de inclusión que se ajuste a las necesidades dependiendo del país y a la vez, de respuestas eficaces y eficientes a las problemáticas actuales.